El vuelo oceánico de las arañas
Algunas arañas aprovechan las fuerzas electrostáticas para elevarse en el aire. Hace tiempo que los investigadores consideran que en este curioso fenómeno intervienen dos mecanismos físicos: la fuerza aerodinámica del aire y las electrostáticas causadas por la atmósfera. Si se tiene en cuenta el diámetro de los hilos, inferior a un micrómetro ( cien beses menos que un cabello humano), el número de Reynolds, que expresa el cociente entre las fuerzas de empuje debidas al desplazamiento de las masas del aire y las debidas a la viscosidad. Por lo general, el despegue de estos animales tienen lugar con una brisa leve, un viento de no más de tres metros por segundo. A causa de las torvulencias atfosfericas tales brisas van acompañadas de corrientes ascendentes que, al nivel del suelo son del orden de una fracción de metro por segundo. Su fuerza correspondiente es proporcional a la velocidad del hilo relativo al aire y de manera aproximada a la longitud del hilo.